Elaboración
de papel reciclado
Para esta actividad nunca hemos necesitado de ninguna motivación
especial, puesto que los niños, una vez que saben lo que es elaborar
su propio papel y utilizarlo están deseando que llegue el momento
de dicha actividad.
OBJETIVOS:
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Valorar la importancia de la conservación
de la masa forestal y la posibilidad de la recuperación de los residuos
sólidos, conociendo la existencia y la elaboración del papel
artesanal.
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Identificar, plantearse y resolver
interrogantes y problemas relacionados con elementos significativos de
su entorno (tala indiscriminada de árboles)
-
Desarrollar la motricidad fina de las
manos.
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Utilizar y conocer diferentes recursos
tecnológicos (bbatidora, plancha,...).
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Desarrollar la creatividad.
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Ser capaces de trabajar en equipo,
valorando el trabajo propio y el de los demás.
CONTENIDOS:
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Irán ampliandose, en función
de la edad de los niños, desde la mera recuperación de papel
usado hasta la posibilidad de recuperar todo tipo de residuos; lugares
donde esto es posible; impacto de los basureros; contaminación,
destrucción del medio; energías renobables y limpias,...
Esta actividad nos la planteamos una vez al mes (al principio fue una vez
a la semana, pero es una actividad laboriosa y lenta con los pequeños).
El proceso es sencillo, y la ayuda que requieren de los adultos
es menor a medida que el grupo tiene más edad:
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En cada clase hay una caja para tirar
el papel usado, de la cual cogemos cuando tenemos que elaborar nuestro
papel (el niño percibe directamente que ese papel que habíamos
tirado porque no nos servía, ahora puede ser recuperado). Antes
de comenzar con el reciclaje trabajamos en el aula con conversaciones,
dramatizaciones, juegos (¿Qué pasaría si ...?), el
problema de la tala indiscriminada de árboles para hacer papel (diferenciando
de la tala selectiva necesaria para limpiar los montes) y la contaminación
y el gasto de energía que ello conlleva.
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Cuando llega el día de hacer
papel vaciamos la caja, rasgamos el papel para hacerlo trocitos pequeños
con los dedos y los echamos en un cubo con agua templada. A continuación
lo trituramos con la batidora hasta que queda hecha una pasta (los niños
manejan la batidora: apretar el botón, acción, provoca una
reacción y una consecuencia, bajo la supervisión del profesor).
Ahora es el momento de experimentar: añadir un poco de témperar
para que el papel sea de color, añadir trocitos de papel de seda,...
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Posteriormente, con un cazo, vamos
llenando el cedazo (construido por nosotros mismos con cuatro listones
y un trozo de red metálica) que está situado encima de una
cubeta para que escurra el agua un poco, extendiendolo bien con una espátula.
Colocamos una bayeta encima y apretamos para que escurra otro poco.
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Ahora ya está listo para la
prensa (contruida también por nosotros con dos planchas de madera
y dos tornillos). La cerramos cuando tenemos varios papeles puestos para
que acabe de escurrir.
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El proceso de secado puede ser de dos
maneras: a temperatura ambiente si no tenemos prisa o secándolo
con una plancha si lo queremos utilizar en el mismo día.
Una vez seco las posibilidades son infinitas: recortarlo para darle forma,
dibujar o escribir en ellos,...(aquí quien manda es la creatividad
de los propios niños).
Los niños trabajan en equipos, en un rincón propio que se
crea ese día mientras el resto están en otro tipo de actividad.
La mayoría de las acciones las realizan los niños solos,
requiriendo un poco más de atención por nuestra parte en
el manejo de la plancha y la batidora.
Podemos asegurar que los niños disfrutan con todas y cada una de
las acciones que tienen que realizar y que realmente, desde pequeñitos,
toman conciencia del problema último que estamos abordando.
RECURSOS:
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barreño de plástico grande
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cubo de plástico
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batidora industrial (las caseras se
queman al moler el papel)
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dos marcos de madera (tamaño
folio), uno de ellos con una red metálica
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bayetas, papel de estraza o papel secante
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prensa de madera
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plancha