La emigración de los años sesenta fue de
carácter económico. Por ello hay que analizar tanto los factores
internos, o de expulsión, como los factores externos o de
atracción. La suma de ambos determinó a más de dos
millones de españoles a salir del país. |
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"Entonces Europa y España, y probablemente muchos países
mediterráneos, aparecen como un vasto conjunto de mercados de trabajo muy
interrelacionados. Las diferencias de niveles de salarios explican parcialmente
la existencia de migraciones, pero su volumen y sus variaciones serían
función, sobre todo de la demanda de trabajo y sus cambios"
J.A. Garmendia, La emigración española en la encrucijada, |
Salí de mi tierra
me fui con dolor,
si hay quien reparta justicia,
de mí se olvidó.
S. Távora, Quejío, |
Factores de expulsión
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La posguerra se alargó durante toda la década de
los cuarenta. Las pérdidas humanas y económicas, la
incomunicación con el exterior, potenciada por el régimen
franquista que quería mantener una economía de autosuficiencia,
mantuvieron al país en un estado alarmante de pobreza y de
aislamiento. En la década de los cincuenta la economía
empieza un proceso de recuperación y modernización. |
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Los cambios en las zonas
rurales.
El sector primario predominaba en la economía
española, y por ello fue en el mundo
rural donde empezaron a observarse los principales
cambios:
 | La mecanización de la agricultura. Los
propietarios con más recursos mecanizaron las labores agrarias
para conseguir mayores beneficios. |
 | Reducción de mano de obra agraria. La
mecanización redujo las necesidades de mano de obra y obligó a
los jornaleros a emigrar de las zonas rurales. |
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. En la década de los
cincuenta abandonaron las zonas rurales medio millón de
personas, en los años sesenta lo hicieron más de un millón:
 | en los años cincuenta se fueron los
jornaleros, cuantos más se iban, subían más los salarios,
y los propietarios con posibilidades económicas mecanizaron
más sus tierras. |
 | en los sesenta también se tuvieron que
marchar los pequeños propietarios, con insuficientes
ingresos para comprar maquinaria, lo que les impedía
competir en el mercado. |
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La incapacidad del
sector industrial para generar empleo.
Después de la guerra civil Franco impulsó un
que no favoreció la
producción industrial. De hecho a finales de los años cuarenta
apenas se habían recuperado los
índices de producción anteriores a la guerra. Tampoco había
cambiado el tipo de industria ( se primaba a las industrias pesadas:
siderurgia, refinerías, petroquímica y construcción naval), ni la
localización industrial: País Vasco,
Cataluña y Madrid.
 | La expansión económica de la década de los cincuenta
fue posible por la apertura al exterior, que facilitó la inversión de
capitales extranjeros y la importación de bienes de equipo. Sus
consecuencias fueron muy importantes:
 | Se duplicó la producción industrial y por
tanto la oferta de empleo. |
 | Aumentó el nivel de vida en las zonas
industriales, lo que generó expectativas de mejora en las zonas
rurales y fomentó el éxodo de los campesinos hacia Barcelona,
País Vasco o Madrid ( que seguían siendo las únicas
zonas industrializadas). |
 | La mejora económica fomentó el crecimiento
demográfico (1,2% anual) y la demanda de empleo. |
|
 | Al final de la década de los cincuenta la industria no era capaz de
absorber la mano de obra que supuso el crecimiento de la población
activa, ni mucho menos a las oleadas de campesinos que seguían
llegando a las zonas industriales. |
 | La
a Europa fue la fórmula
que ideó el gobierno para solucionar el problema del paro y obtener
el capital suficiente para fomentar el desarrollo industrial. |
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Factores de atracción
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El norte y centro de Europa fueron el principal foco
de atracción porque en los años sesenta era una zona con fuerte
crecimiento económico e incapaz de autoabastecerse de mano de obra. |
Índices de
Crecimiento económico1950-1960
|
Francia |
4,4 |
R.F.Alemana |
7,6 |
Gran Bretaña |
2,6 |
Media europea |
4,2 |
|
La economía
creció un 4,2% en estos países europeos y Alemania casi lo
duplicó. La producción industrial aumentó un 35%, destacando:
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 | El modelo
demográfico estaba muy desarrollado: bajos índices de natalidad y de
mortalidad y, como consecuencia, población
. Cada año había un 1% más de europeos, pero sólo
un 0,6% más en edad de trabajar. |
 | La población activa de estos países era incapaz de cubrir todos
los puestos de trabajo y ocupaba los más cualificados. |
 | Se precisaba
mano de obra para los trabajos menos cualificados y peor retribuidos,
y ese hueco lo cubrieron los europeos del sur y este, con una
economía menos desarrollada. |
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La emigración asistida
|
Dos
visiones de la emigración asistida
|
Francia, Alemania,
Reino Unido, Bélgica, Holanda y Suiza pactaron con los países del
sur de Europa contratos de trabajo para cubrir sus necesidades
laborales.
 | Las autoridades españolas gestionaron la emigración
a través del
Instituto Español de Emigración.
 | Este organismo recibía la oferta de trabajo de
los distintos países: número de trabajadores distribuidos por
profesiones. |
 | Se encargaba de reclutar a los trabajadores de
las listas de demanda de empleo en el extranjero, e informarles
sobre las condiciones de trabajo y sus derechos. |
 | Desde ese momento el protagonismo volvía a los
países receptores: examinadores propios se desplazaban a las
provincias españolas para seleccionar a los más aptos. |
 | El paso final era un examen médico, también
selectivo, que les proporcionaba la Cartilla Sanitaria,
imprescindible para viajar a esos países. |
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"arrancarle
[al emigrante] de las garras de la recluta clandestina para
confiarle a la tutela del Estado […] abriendo para él nuevos
horizontes y nuevas esperanzas. De aquella vieja estampa del trabajador
que se expatriaba confiado casi exclusivamente a sus propias fuerzas y a
su suerte, se pasó a la figura del emigrante amparado por un contrato
de trabajo, viajando en condiciones dignas, facilitándole la reagrupación
familiar, asistiéndole hasta donde es posible, protegido, en fin, por
las cláusulas de un Convenio Bilateral que le sitúa en igualdad de
condiciones que los trabajadores nativos del país de inmigración"
“Primera
medalla de oro de la emigración”, Carta de España, nº129,
1970.
|
" El viaje fue
largo, muy pesado y en malas condiciones. Fueron tres días para
recorrer unos dos mil y pico kilómetros. Llegamos allí con niebla,
vimos casas limpias, barriadas...pero la expedición de la que
formábamos parte parecía que iba a la guerra. No se veían más que
negocios, y cosas fraudulentas alrededor de los emigrantes, oficinas
improvisadas donde cambiaban moneda individuos que te prometían que te
iban a dar y no te daban nada (...) Al día siguiente, la entrada a la
fábrica fue una cosa ordenada, muy alemana, una cosa bien montada, o
sea que ya tenían experiencia, puesto que habían pasado por lo menos
cuatro tandas de emigrantes (...) Luego llegamos a un sitio de la
fábrica en el que había unos lingotes de hierro y la gente decía:
¿Aquí voy a trabajar?. Anda y que les den y que trabajen ellos. Aquí
me van a tener de esclavo".
La emigración española en la encrucijada, J.A.
Garmendia. |
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